Fórmula holística de Aroma terapia para las cicatrices

Hace tiempo que tengo ganas de dedicar esta entrada a una cicatriz (doble) que marca dos de los momentos mas felices de mi vida, el nacimiento de mis hijos.Aunque con el dolor inherente por supuesto a toda cicatriz. 
Y es que sin duda alguna no quería que nacieran así, aunque elegí parir en un hospital mi deseo era el de parir y dar paso a la vida de mis hijos a este mundo de forma natural, por mi misma, y respetando su tiempo, y aun todo mi deseo, eso no fue así.


Porque, donde hay cicatriz, primero ha existido una herida...me parece importante trabajar sobre ella con mucha consciencia. 
No solo es importante encontrar una fórmula eficaz para regenerar el tejido cutáneo y dérmico, sino y sobretodo es importante tener en cuenta el dolor anímico que representa para la persona una intervención quirúrgica.
Meditar sobre ello, reflexionar y ofrecer el espacio de sanación emocional que sea necesario para poder abrazar finalmente el dolor y su consecuente secuela que siempre nos recordara ese momento. La recuperación holística llega cuando podemos ver, admirar y tocar esa cicatriz con alegría, agradecimiento y amor sincero por su existencia y todo el proceso que la rodea.


En mi caso, por tratase de uno de los momentos más transcendentales en mi vida, y al ocurrir finalmente de la única forma que no hubiese querido, podéis imaginar el dolor por el orgullo herido que sentí, el miedo por lo que significaba - no tanto por mí, sino por como podía afectar a mi bebé aquella intervención -, pero es cierto que, el amor lo sana todo y en esta ocasión para mí de una forma contundente e inmediata:   en cuanto vi la cara de mi hijo, su pequeño cuerpo sobre mí, y tan pronto descubrí su instinto por amamantarse y la gran conexión de vida y amor que sentía en ese momento se me olvidó cualquier sentimiento que pudiera enturbiar ese precioso estado de amor y agradecimiento.
En mi primera intervención por cesaria fue así...
En la segunda... ni siquiera me enfadé, ni apareció miedo ni orgullo alguno. 
Aunque bien, fue diferente el proceso, y la intervención se realizó por razones clínicas diferentes, ciertamente acepte - gracias a la primera experiencia- que, lo importante no es "lo que yo quería", sino la vida en sí misma que en ese momento llegaba por esta vía, y el agradecimiento profundo y sincero a la personas que, nos ayudaron tan gentilmente a poder experimentarlo. .Me sentí realmente respetada, el proceso de parto fue largo y difícil y finalmente mi bebé, corría peligro así que, no hay miedo que valga, ante la posibilidad de vivir o morir, está claro: la vida, siempre la vida.

Y posteriormente para mi recuperación anímica y de la cicatriz conservaba en mi cuaderno de recetas de aromaterapia una magnífica fórmula con aceites esenciales que, anteriormente había comprobado ya en muchas ocasiones y para cicatrices por diferentes tipos de intervención instrumental y/o quirúrgica.  Una fórmula de origen Ayurvédico que, restaura el tejido dérmico rápidamente facilitando las funciones características de la piel de elasticidad, flexibilidad, exudación y drenaje, así como la recuperación del flujo energético por sus canales originales que podrían quedar seccionados por el bisturí y el posterior amasijo de tejido acumulado tras la regeneración.

Las base que yo uso, puede variar entre la Rosa Mosqueta, el Aceite de Hipérico, el Aceite de Oliva o la Manteca de Karité refinada, aunque imagino que originalmente desde la medicina ayurvédica seria otro aceite más habitual por la zona geográfica que usaba ancestralmente esta medicina tradicional en la India.     Prefiero con diferencia el de la Rosa mosqueta.

En esta base de rosa mosqueta añado al 25% más o menos los aceites esenciales de:
  • Sándalo de Mysore
  • Lavanda
  • Clavo de olor
Y es increíble los resultados!!!!
Aplicada a diario esta mezcla oleosa sobre la cicatriz, una vez ya no tenemos puntos, y nos aseguramos que no supura, ni hay infección u orificio abierto con riesgo de ella, evita complicaciones dérmicas como por ejemplo los queloides, o tumoraciones dérmicas habituales.
Pero no solo eso, sino que al aplicarla a diario con un poco de atención y cariño, masajeando la zona para favorecer el riego sanguíneo con el consecuente aporte de nutrientes y oxigeno, provoca rápidamente la recuperación del flujo energético y sutil a todos los niveles.   De forma que, los canales de energía que no podemos ver, pero que, son tan importantes como el aspecto físico visible recuperan no solo su función, sino su correcto fluir dentro el circuito de canalización del cuerpo.

  

Si es el caso que, conocemos alguna técnica manual de masaje o sanación de la energía etérea y/o corporal, evidentemente que, en el momento de la aplicación está indicadísimo pues, como siempre la aromaterapia intensifica su propia función terapéutica combinada con otras técnicas terapéuticas, así como potencia aquella con la que se combina.






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