Chicory

Leyendo una entrevista que me recomienda una amiga publicado en la La Vanguardia, sobre la vida y experiencia de la que me parece una mujer luchadora y muy lúcida resuena en mí la propuesta de una de las Flores de Bach que con más éxito he trabajado.

No es exactamente todo el texto que me focalice en este pensamiento, sino un pequeño apartado donde señala que, la maternidad esclaviza a las mujeres - y otras cosas...-, y a priori, y fuera de contexto esto suena fatal. Pero al seguir con la lectura entiendo el mensaje profundo y la relación con ese vínculo tan poderoso y femenino que es ser madre, y el aspecto manipulador, egoísta que también puede ser creando dependencia emocional a los hijos, y cargándoles de una desequilibrada culpa y/o dependencia hacia el ser que les dio la vida.
La mujer,en un momento dado de la propia existencia, por mala gestión o falta de responsabilidad de la misma, a veces puede caer en la tentación de pedir a cambio de tanto amor entregado demasiado sacrificio a nuestros sucesores en la vida, cargando de nuevo el árbol genealógico de culpas, reproches, rencores y demás sin sabores de la existencia humana.

No me apetece más, que compartir ahora mismo la descripción de la flor de entre el repertorio de Flores de Bach que, puede ayudarnos tanto cada vez que nos "pillamos" ejerciendo el derecho de ser mujer ( madre, hermana, esposa, hija, amante...) para exigir en nombre del amor presencia, atención, mimos, cariño o cualquier otra dedicación de los otros, obligandoles a "querernos" por que "nos lo deben..." en lugar de disfrutar de un vínculo realmente saludable, libre y real, lejos de proyecciones de nuestras carencias de infancia o cargas genealógicas.

ACHICORIA – Cichorium Intybus - CHICORY

“Nadie lo querrá más que yo. Solo yo sé lo que hice por él”.

Concepto clave:

Posesividad y demanda de atención.

Sobre este remedio floral nos hace la siguiente descripción Susana Veilati, en su Tratado Completo de Terapia Floral. 

Editorial Edaf.

(Autora y texto que os recomiendo por su detallada y acertada visión de la terapia floral).

Descripción general:   Personalidad sobre protectora, teatral, dramática, con poca tolerancia a los límites, culpabilizante y demandante. Difícilmente se percata de que da para recibir, prefiere identificarse con su auto imagen de “generosa”. 

Cae en discusiones cargadas de acusaciones acerca de lo poco que recibe en comparación con su generosidad, seguidas de llantos o silencios resentidos en los cuales rumia su auto compasión. Castiga a los demás pasando por víctima, haciéndoles sentir culpables o alegando alguna enfermedad real o imaginaria. Bach solía afirmar que este tipo floral con frecuencia tienen un buen semblante aunque estén enfermos. Su apariencia externa sana impide que se les tenga compasión. Su estilo teatral y la succión de la atención ajena que utiliza para llenar su necesidad de aceptación son lógicamente mal aceptadas por el entorno y desembocan en rechazo. Esto, a su vez, produce en ACHICORIA no solo más dolor, sino la necesidad de redoblar aún más sus esfuerzos en el intento de demostrar su utilidad y generosidad.

  

Considerar en:   Crisis de abandono. Histerias de conversión. Síndrome de “nido vacío” (muerte o ausencia de un hijo). Patología cardíaca, palpitaciones y arritmia. Enfermedades ginecológicas (fibromas, quistes…), mamarias. Ausencia injustificada de la menstruación, hipertensión arterial. En general, en un elevado número de enfermedades desarrolladas por una excesiva cristalización de conflictos.

Potencial que actualiza:    Incondicionalidad.   Dar sin esperar recibir.

Para reflexionar: La curación de Achicoria pasa por la difícil comprensión de que su aparente generosidad e interés por los demás no son más que una máscara que utiliza para seducir al otro, cuyo amor y aprobación necesita desesperadamente, aunque siempre resulte insuficiente. Tienen una forma de ser o expresarse tan visiblemente no-sincera-mientras creen que sí lo están siendo-, que uno se pregunta si no nos estarán tomando el pelo. Tanto este tipo floral como Alerce, nos desafían  a desarrollar tanta paciencia y comprensión que tan solo por eso debiéramos estarles mucho más agradecidos.   Necesita de la comprensión de los demás (terapeuta), por sobre todas las cosas: si se siente aceptado, mostrará su verdad, y podrá abrirse a otras sugerencias.  Achicoria, desafía la tolerancia a la frustración en su entorno, son grandes maestros, sin ser del todo conscientes de ello.

No tengo más que añadir la recomendación de tomar esta esencia cuando detectamos que, estamos cayendo en este aspecto tan universal entre las mujeres, con las que trabajo a menudo si no en su totalidad, parte de esta desviación de carácter que más que mostrar nuestra esencia femenina lo que consigue es desvirtuarla.
La ingesta diaria durante un mes, en la dosis de cuatro gotas, cuatro veces al día si es una segunda dilución ( preparación en agua a partir de 4 gotas del stock en 30ml), o bien 2 o gotas por la mañana al despertar y dos gotas por la noche antes de ir a dormir del preparado stock ( es el que compramos en tienda ).
Por mi propia experiencia al tomarla, a mí me ha servido de mucho dos acciones más mientras tomaba este tratamiento:
- La meditación diaria ( almenos 10 minutos al día) para parar la mente y dar espacio a la serenidad y visión clara tras parar los insistentes pensamientos.
- Escribir en un cuaderno las reflexiones, recuerdos, inspiraciones, intuiciones, confesiones... y demás notas que van surgiendo en el proceso de tomar consciencia. *

En los últimos años de mi vida, he usado mucho más esta acción de escribir como parte del proceso de toma de consciencia; y espero pronto recuperar la práctica de la meditación pero os confieso que esta no es tan imprescindible - aunque recomendable- para trabajar mientras sanamos este o cualquier aspecto a un nivel anímico del ser.
También me es muy útil el trabajo de afirmaciones positivas, en este caso usaríamos las siguientes:

“Encuentro seguridad en mi interior”.

“Respeto el territorio de cada uno”.