Piel atópica

Hoy quería escribir sobre la piel atópica  (atípica), síntoma que afecta a muchos niños y niñas desde bien pequeñitos y que esta siendo uno de esos diagnósticos que se empiezan a "normalizar" -desgraciadamente- por la pediatría moderna, concluyendo que el problema es recurrente.

Reflexionando para poder describir una fórmula única para el tratamiento de la piel atópica, me he dado cuenta de que es importante para mí, definir primero  desde que punto de vista creo que hay que tratar éste y cualquier otro diagnóstico de la piel.

Últimamente madres de niños pequeños y bebés me preguntan como tratar la piel atópica. Y aunque existen cremas en el mercado indicadas, y alguna recomendación general como por ejemplo el oleo macerado de caléndula o cualquier formato cosmético elaborado a partir de éste, creo necesario describir primero el clima entorno a los posibles motivos en la aparición del síntoma.  Y ahí, topamos con el gran depredador humano desde el principio de los tiempos, desde que el mundo es mundo:  el estrés.La pregunta que debemos hacer es:

Se estresan los recién nacidos?? Y los niños pequeños?

Y este el punto clave de la cuestión. Por supuesto que se estresan.

No es difícil imaginar que le puede estresar a un niño, básicamente es lo mismo que a los adultos:

El miedo a morir, y el sentimiento de "no poder mas" de estar al límite de nuestra capacidad, o al límite de lo posible... Y dónde está el límite del ser humano físicamente?  Pues en la piel.

La piel, es el órgano que contiene eso que llamamos alma,  manifestado en un organismo con unos mecanismos fisiológicos perfectos que permiten la vida.

Cuando sentimos el terrible pánico que provoca sentir "me voy a morir", no puedo mas, me siento al límite... la piel que contiene en el último extremo todo ese sentir estalla agrietándose dolorosamente...en la misma medida que duele anímica mente.

Pero no es solo es los momentos extremos cuando se siente agredido el órgano que limita nuestro interior orgánico con el mundo físico exterior. Sino, también en lo cotidiano; es precisamente en el día a día donde podemos diferenciar la diferentes formas de ser y estar en el mundo, y como cada persona puede vivir su realidad presente.  Lo que para mí, puede ser soportable, para otra persona, como por ejemplo mi bebé puede ser estresante:

Muchos niños a los que preparé fórmulas aroma terapéuticas y florales eran tímidos, introvertidos o simplemente necesitaban un espacio de tiempo y un clima adecuado para expresarse, a veces simplemente están en una etapa vital donde no dominan el vocabulario y no pueden comunicar-se con agilidad ante las preguntas de los adultos, o las propias necesidades.  O quizás las exigencias del día a día que creemos "normales" no lo son tanto para alguien de ritmo lento;  cumplir los horarios sociales, cumplir normas, complacer a la madre o al padre se puede convertir  en una exigencia que que lleve a nuestros hijos al límite de su capacidad de esfuerzo.
Hoy en día muchos padres estamos muy interesados en "hacerlo bien", leemos libros, vamos a conferencias y recibimos cursillos y luego claro, queremos "no hacer aquello que nos traumó en nuestra infancia", por lo que, a menudo caemos en el error del perfeccionismo y la auto exigencia. Queremos ser los mejores padres para nuestros hijos, y eso por supuesto no es malo, pero si nos exigimos tanto...creamos un clima tenso, exigente para quienes nos rodea, y sobretodo para aquel que acunamos en nuestro regazo.

Por otro lado, es curioso que, el órgano de la piel, está muy asociado con los pulmones. A menudo el síntoma de piel atopica va precedido o viene siendo el precedente de algunos problemas de dificultad respiratoria, el más habitual: la bronquitis.  La medicina alopática asocia los dos síntomas unidos a un perfil congénito y no contemplan a menudo una visión mas holística o completa (y compleja) de estos dos síntomas que, en realidad nos hablan de un acercamiento al "límite por sobrevivir".

Cuando trabajé en consulta diaria en mi centro de terapias, ya hace algún tiempo atrás, ya asocié la relación que os explico, pero sinceramente, es ahora entre madres de diferentes condiciones sociales, de elección de vida, y demás...que corroboro lo que os explico.
Ahora, igual que entonces para la mayoría de consultas empiezo el tratamiento con una base de Oleo macerado de Aceite de Caléndula, o con Aceite de Almendras con unas gotas añadidas de aceites esenciales de lavanda angustifolia y de manzanilla romana. Como norma general, por la particularidad de las propiedades fito terapéuticas de esta mezcla suele funcionar bastante bien y casi desde la primera aplicación, pero, a menudo es mucho mas eficaz acompañar el proceso con acompañamiento terapéutico y la ingesta por parte del niño y a poder ser de la madre, de alguna fórmula floral de flores de Bach, dependiendo del vinculo y del origen del estrés del niño/a.
Y por supuesto:  la recomendación de dedicar presencia, tiempo, mirada y atención en el momento de disfrutar del masaje de la piel para hidratarla.   Alimentada así, qualquier piel cubre todas sus necesidades: nutrientes orgánicos y afecto y amor para el alma.

Como siempre, las fórmulas personalizadas son mucho mas recomendables, y trabajar en profundidad el concepto "terreno persona y familiar", es siempre, mucho mas eficaz.

Con esto no pretendo culpabilizar al entorno familiar ni a la madre, ni al cuidador del niño, pero sí debemos poner atención en el carácter y personalidad de nuestro pequeño, y tener siempre presente la pregunta:    que es lo que le lleva al estrés??

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Como práctica realmente eficaz, agradable y muy recomendable para preservar el equilibrio psico-somático de la piel, recomiendo usar en difusión aceite esencial de lavanda.

Unas 7-8 gotas para los bebés de menos de un año y entre 7-14 a partir del año en el vaporizador o quemador de esencias, una media hora antes del baño en el cuarto de baño, y después sumergir al bebé en el agua a la temperatura adecuada.

Cada niño nos marcará su horario: si el bebé juega, se excita y divierte jugando en el agua - como le pasaba a mi hijo mayor- mejor no hacerlo antes de ir a dormir, pero sí antes de la última toma, para que se relaje después.   Los efectos por respiración de la lavanda a veces no son inmediatos, pero si efectivos en diferentes planos psico-somáticos por lo que la insistencia al usar-la es beneficiosa siempre, si no lo es a término inmediato lo notaremos después de unos días de tratamiento.