Llora hija mía llora, estoy aquí, no estás sola.
Mientras coloqué el puchero en el fogón con las lentejas el otro dia, hasta que he podido sentarme a escribir hoy, han pasado... Dios mio!! tres semanas...
Recuerdo perfectamente como mientras amenizaba con cúrcuma el conjunto de vegetales y las lentejas para poner a hervir, pensé:
- Ahora iré a escribir una ratito.
La niña dormía plácidamente en su cochecito después del paseo al volver de la escuela y dejar allí puntual a las 8.55h a mi hijo mayor.
En el camino de vuelta, observando el río bajo el puente, empecé a asociar diferentes episodios en mi vida que de una forma u otra tenían que ver con el agua, y sentí profundo hablar sobre ello: sobre "los momentos río", sobre que significa el agua en el cuerpo, como fluye, qué pasa cuando se acumula y no se mueve, en qué zonas de cuerpo se "encharca", en qué momentos vitales en mi vida el agua había sido significativa, etc...
Reflexionaba sobre el simbolismo oculto en las lágrimas. Lo que significan cuando brotan de nuestros ojos enternecidos, cuando salen acompañando una rabia potente y violenta; me preguntaba si en general es como yo lo vivo, si mi visión particular es un mensaje demasiado parcial, o ciertamente podría resonar en la historia de otras mujeres, pero en realidad que sé yo de lo que significan las lágrimas!
Concluí casi al final del trayecto matutino que lo único que ciertamente sé es lo que han significado para mí en mi camino, en mi río de vida.
Luego llegué a casa, y antes de llegar a los fogones puse una lavadora, y contesté un par de llamadas urgentes. Hice la tarea propuesta, y encendí el ordenador. En ese momento recordé que, si no retiraba primero la ropa del tendedero no tendría espacio para tender al acaba la lavadora...y me puse a ello... me llamaron de nuevo.. y porras!
Se despertó Eva con sus divinos ojitos y un: - mamá que le llena la boca a ella y a mí, el alma.
Así que la acogí, le recordé verbalmente que no estaba sola, que mamá estaba ahí, presente y dispuesta.. y jugamos un ratito mientras tomaba teta a intervalos... ahora juego, ahora teta.. ahora la miro y me deshago... ahora le pongo música y me emociono y de nuevo las lágrimas amigas vuelven a mí, esta vez de amor puro por mi hija que es luz, es música, es canto, es ternura y alegría sin fin.
Y de nuevo me quede pensativa sintiendo profundo que significa para mí cuando Eva llora y me llama desconsolada al despertar. Como reacciono yo instintivamente?
Lo cierto es que lo que "deseo" es que no llore. Quiero que se sienta segura...que me note presente, y se calme...por que interpreto que llora porque tiene miedo, por que no me ha visto al despertar, o por que tiene hambre, o quizás este incómoda... Realmente es difícil saber para mí, por que llora en esos momentos, pero si que se por que lo he comprobado que si la cojo en brazos y no hago otra cosa que estar presente para ella, deja de llorar; y ademas si, le dedico atención, canciones, palabras dulces miradas y carantoñas rápidamente pasa del llanto a una bellísima y auténtica risa que se contagia fácilmente.
Otras veces en cambio, siento que el momento requiere otra acción, - cuando es por que se ha caído, por ejemplo- le repito en voz alta:
- Llora hija, llora... es cierto, te has caído, y estoy aquí, contigo acompañando tu dolor.
Llora...
Porque comprendo que la situación es natural, y es así. Simplemente llora como consecuencia del dolor que pueda sentir por el golpe, o incluso el sobresalto si fue inesperado para ella.
Pero en otras ocasiones me escucho negándole la propia emoción:
- No llores más pequeña,- le digo-. Como si no supiera de sobras lo negativo que es...!
con lo dañino que ha sido para mí, que me dijeran tantas veces que no llorara más.
Por que yo era muy llorona - cuenta mi madre-, y creo que mi llanto se alargó hasta casi mi juventud. Así que, mis padres me recuerdan como un bebé llorón - creo que se les hizo insoportable en más de una ocasión aquella etapa...-, y continua su recuerdo con el de una niña "quejicosa" y blandengue que lloraba por todo. Etapa que yo recuerdo aun con dolor: solamente quería llorar!!!! y una y otra vez me reprendían:
- No llores más!!! Mira que eres delicada! - decía mamá.
- Otra vez llorando esta niña! - repetía papa.
Así que, crecí sin poder llorar todo lo que necesitaba, y sin haber dejado de llorar por mucho tiempo.
Aun hoy, se me desborda fácilmente la emoción de la ternura viendo una peli de drama en TV, y lloro... ahora sí, con placer! para nada me siento mal por llorar de ternura, o por sentir empatia en algunas situaciones sentimentalmente dolorosas.
Ya ni que decir de las desgracias habituales en el telediario...eso sí que es para llorar!! Por eso he tomado el hábito de no verlos demasiado a menudo, realmente es triste y me llena de impotencia y amargura enfrentarme a esa realidad del mundo en que vivimos.
Otras veces, lloro de rabia!!! de pura impotencia...cuando algo no sale como yo quisiera, cuando no consigo mi propósito y he puesto mucho empeño, cuando me cierran una puerta... en fin que no siempre tolero bien la frustración.
A mí, ya veis, llorar ... me libera, me permite mostrarme y sacudir hacia fuera algo que me ahoga por dentro... y sea la que sea, la emoción que lo origina, el llorar como expresión me viene bien, si.
En ocasiones lloro, mas bien de tristeza. Muchos recuerdos me llenan de profunda tristeza; uno de ellos precisamente el de no sentir un abrazo simplemente cuando necesitaba llorar. Tardé años en encontrar consuelo ajeno ante mi manifestación y disfrutar de poder mostrar mi debilidad y no sentir que eso "era malo". Y otros tantos en no necesitar consuelo, y llorar a gusto, por que no??!
En fin, que el agua en mis lagrimas siempre presente, así como en mi cuerpo es un elemento muy presente en mi. Familiar diría mas bien. Y lo digo - por supuesto- con toda la ironía del mundo.
Estoy segura que mamá, lloró mucho también, y posiblemente no se sintió tan acunada como hubiese querido... y aunque no la justifico por ello, ni eso consuela mi carencia de mimos y afecto, comprendo que no supiera darme lo que no recibió primero. Estoy segura que aprendió a llorar por dentro, como muchas mujeres de su generación, para parecer fuertes aun sintiéndose desgarradas por dentro. Y ya no hablemos de papa...a quien nunca le he visto mostrar no tan solo una lágrima, sino que no recuerdo jamás haberle visto mostrar ni verbalizar ningún sentimiento de afecto.
Ser consciente de ello, haber meditado con calma en diferentes etapas de mi vida, sobre como me he sentido por todo ello si que me ha dado cierta templanza. Cierto consuelo desde mi yo adulto que abraza ahora a mi imagen anclada de niña débil y con sentimiento de abandono, aun estando rodeada de una familia "normal" por no sentirme aceptada por mi sensibilidad.
Por eso me permito ver a mis hijos llorar. Y simplemente me siento cerca, les acompaño como puedo, - y quizás no sea eso lo que ellos esperan-, pero es lo que se me ocurre hacer desde mi experiencia, es sin duda, lo que yo hubiese esperado.
El agua, tan presente en la vida, simbólica y materialmente. Porque no sumergirnos en ella y fundirnos en un elemento tan valioso y vital? Por que no reconocerlo, aceptarlo y fusionarnos en el, sea en forma de cel.lulitis, retención de líquidos, o lagrimas!!
Aquel día de hace tres semanas atrás se cocieron las lentejas, y nada escribí. Pero quedó gravado en mi registro anímico el momento tan bonito que viví reflexionando sobre mi vida y el elemento agua; y por mas que mil palabras quisieran narrarlo ahora no podrían... otra vez más, dejé la inspiración a un lado, con gusto esta vez, sin resistencia ni enfado. Sin lágrimas...con el sentimiento profundo de reconocerme esta vez, tal y como quisiera haber sido vista, haber sido mirada. Y con un propósito firme de escribir sobre ello, así que, igual que me gusta cumplir con mis promesas para con los demás, hoy, un montón de días después cierro esta entrada - es lo que tiene el ritmo de la vida cuando crías a los pequeños... que no atrapas todos los propósitos en breve!, pero todo toma un tono intenso, lleno de consciencia, de responsabilidad por la propia vida, y por la vida que custodias de quién tan frágil y joven confía en ti, y depende de ti, incluso para relacionarse con algo tan genuino, tan legítimo y natural como llorar con tranquilidad-.
Por cierto, para acompañar con Flores de Bach, esos momentos desconsolados donde el agua se desborda por nuestras mejillas sin control, os recomiendo:
Sweet Chesnut ( Castaño dulce).
Muy indicada para toda situación "que nos viene grande", que nos desborda...Podria estar indicada para las noches en que mamá ya no puede más, agotada por no poder descansar mas horas seguidas; cuando la angustia o depresión nos invade, cuando entramos en "crisis de llanto", duelos que nos provocan profundo dolor... etc....
La ingesta indicada seria o bien: 2 gotas del preparado en Stock bajo la lengua en el momento crítico, o bien 4 gotas en un vaso de agua y bebido lentamente a sorbos.
También por supuesto, recomiendo tomarla como tratamiento en dilución de 4 gotas en 30ml de agua a dosis de 4 tomas, 4 veces al dia.
Recuerdo perfectamente como mientras amenizaba con cúrcuma el conjunto de vegetales y las lentejas para poner a hervir, pensé:
- Ahora iré a escribir una ratito.
La niña dormía plácidamente en su cochecito después del paseo al volver de la escuela y dejar allí puntual a las 8.55h a mi hijo mayor.
En el camino de vuelta, observando el río bajo el puente, empecé a asociar diferentes episodios en mi vida que de una forma u otra tenían que ver con el agua, y sentí profundo hablar sobre ello: sobre "los momentos río", sobre que significa el agua en el cuerpo, como fluye, qué pasa cuando se acumula y no se mueve, en qué zonas de cuerpo se "encharca", en qué momentos vitales en mi vida el agua había sido significativa, etc...
Reflexionaba sobre el simbolismo oculto en las lágrimas. Lo que significan cuando brotan de nuestros ojos enternecidos, cuando salen acompañando una rabia potente y violenta; me preguntaba si en general es como yo lo vivo, si mi visión particular es un mensaje demasiado parcial, o ciertamente podría resonar en la historia de otras mujeres, pero en realidad que sé yo de lo que significan las lágrimas!
Concluí casi al final del trayecto matutino que lo único que ciertamente sé es lo que han significado para mí en mi camino, en mi río de vida.
Luego llegué a casa, y antes de llegar a los fogones puse una lavadora, y contesté un par de llamadas urgentes. Hice la tarea propuesta, y encendí el ordenador. En ese momento recordé que, si no retiraba primero la ropa del tendedero no tendría espacio para tender al acaba la lavadora...y me puse a ello... me llamaron de nuevo.. y porras!
Se despertó Eva con sus divinos ojitos y un: - mamá que le llena la boca a ella y a mí, el alma.
Así que la acogí, le recordé verbalmente que no estaba sola, que mamá estaba ahí, presente y dispuesta.. y jugamos un ratito mientras tomaba teta a intervalos... ahora juego, ahora teta.. ahora la miro y me deshago... ahora le pongo música y me emociono y de nuevo las lágrimas amigas vuelven a mí, esta vez de amor puro por mi hija que es luz, es música, es canto, es ternura y alegría sin fin.
Y de nuevo me quede pensativa sintiendo profundo que significa para mí cuando Eva llora y me llama desconsolada al despertar. Como reacciono yo instintivamente?
Lo cierto es que lo que "deseo" es que no llore. Quiero que se sienta segura...que me note presente, y se calme...por que interpreto que llora porque tiene miedo, por que no me ha visto al despertar, o por que tiene hambre, o quizás este incómoda... Realmente es difícil saber para mí, por que llora en esos momentos, pero si que se por que lo he comprobado que si la cojo en brazos y no hago otra cosa que estar presente para ella, deja de llorar; y ademas si, le dedico atención, canciones, palabras dulces miradas y carantoñas rápidamente pasa del llanto a una bellísima y auténtica risa que se contagia fácilmente.
Otras veces en cambio, siento que el momento requiere otra acción, - cuando es por que se ha caído, por ejemplo- le repito en voz alta:
- Llora hija, llora... es cierto, te has caído, y estoy aquí, contigo acompañando tu dolor.
Llora...
Porque comprendo que la situación es natural, y es así. Simplemente llora como consecuencia del dolor que pueda sentir por el golpe, o incluso el sobresalto si fue inesperado para ella.
Pero en otras ocasiones me escucho negándole la propia emoción:
- No llores más pequeña,- le digo-. Como si no supiera de sobras lo negativo que es...!
con lo dañino que ha sido para mí, que me dijeran tantas veces que no llorara más.
Por que yo era muy llorona - cuenta mi madre-, y creo que mi llanto se alargó hasta casi mi juventud. Así que, mis padres me recuerdan como un bebé llorón - creo que se les hizo insoportable en más de una ocasión aquella etapa...-, y continua su recuerdo con el de una niña "quejicosa" y blandengue que lloraba por todo. Etapa que yo recuerdo aun con dolor: solamente quería llorar!!!! y una y otra vez me reprendían:
- No llores más!!! Mira que eres delicada! - decía mamá.
- Otra vez llorando esta niña! - repetía papa.
Así que, crecí sin poder llorar todo lo que necesitaba, y sin haber dejado de llorar por mucho tiempo.
Aun hoy, se me desborda fácilmente la emoción de la ternura viendo una peli de drama en TV, y lloro... ahora sí, con placer! para nada me siento mal por llorar de ternura, o por sentir empatia en algunas situaciones sentimentalmente dolorosas.
Ya ni que decir de las desgracias habituales en el telediario...eso sí que es para llorar!! Por eso he tomado el hábito de no verlos demasiado a menudo, realmente es triste y me llena de impotencia y amargura enfrentarme a esa realidad del mundo en que vivimos.
Otras veces, lloro de rabia!!! de pura impotencia...cuando algo no sale como yo quisiera, cuando no consigo mi propósito y he puesto mucho empeño, cuando me cierran una puerta... en fin que no siempre tolero bien la frustración.
A mí, ya veis, llorar ... me libera, me permite mostrarme y sacudir hacia fuera algo que me ahoga por dentro... y sea la que sea, la emoción que lo origina, el llorar como expresión me viene bien, si.
En ocasiones lloro, mas bien de tristeza. Muchos recuerdos me llenan de profunda tristeza; uno de ellos precisamente el de no sentir un abrazo simplemente cuando necesitaba llorar. Tardé años en encontrar consuelo ajeno ante mi manifestación y disfrutar de poder mostrar mi debilidad y no sentir que eso "era malo". Y otros tantos en no necesitar consuelo, y llorar a gusto, por que no??!
En fin, que el agua en mis lagrimas siempre presente, así como en mi cuerpo es un elemento muy presente en mi. Familiar diría mas bien. Y lo digo - por supuesto- con toda la ironía del mundo.
Estoy segura que mamá, lloró mucho también, y posiblemente no se sintió tan acunada como hubiese querido... y aunque no la justifico por ello, ni eso consuela mi carencia de mimos y afecto, comprendo que no supiera darme lo que no recibió primero. Estoy segura que aprendió a llorar por dentro, como muchas mujeres de su generación, para parecer fuertes aun sintiéndose desgarradas por dentro. Y ya no hablemos de papa...a quien nunca le he visto mostrar no tan solo una lágrima, sino que no recuerdo jamás haberle visto mostrar ni verbalizar ningún sentimiento de afecto.
Ser consciente de ello, haber meditado con calma en diferentes etapas de mi vida, sobre como me he sentido por todo ello si que me ha dado cierta templanza. Cierto consuelo desde mi yo adulto que abraza ahora a mi imagen anclada de niña débil y con sentimiento de abandono, aun estando rodeada de una familia "normal" por no sentirme aceptada por mi sensibilidad.
Por eso me permito ver a mis hijos llorar. Y simplemente me siento cerca, les acompaño como puedo, - y quizás no sea eso lo que ellos esperan-, pero es lo que se me ocurre hacer desde mi experiencia, es sin duda, lo que yo hubiese esperado.
El agua, tan presente en la vida, simbólica y materialmente. Porque no sumergirnos en ella y fundirnos en un elemento tan valioso y vital? Por que no reconocerlo, aceptarlo y fusionarnos en el, sea en forma de cel.lulitis, retención de líquidos, o lagrimas!!
Aquel día de hace tres semanas atrás se cocieron las lentejas, y nada escribí. Pero quedó gravado en mi registro anímico el momento tan bonito que viví reflexionando sobre mi vida y el elemento agua; y por mas que mil palabras quisieran narrarlo ahora no podrían... otra vez más, dejé la inspiración a un lado, con gusto esta vez, sin resistencia ni enfado. Sin lágrimas...con el sentimiento profundo de reconocerme esta vez, tal y como quisiera haber sido vista, haber sido mirada. Y con un propósito firme de escribir sobre ello, así que, igual que me gusta cumplir con mis promesas para con los demás, hoy, un montón de días después cierro esta entrada - es lo que tiene el ritmo de la vida cuando crías a los pequeños... que no atrapas todos los propósitos en breve!, pero todo toma un tono intenso, lleno de consciencia, de responsabilidad por la propia vida, y por la vida que custodias de quién tan frágil y joven confía en ti, y depende de ti, incluso para relacionarse con algo tan genuino, tan legítimo y natural como llorar con tranquilidad-.
Por cierto, para acompañar con Flores de Bach, esos momentos desconsolados donde el agua se desborda por nuestras mejillas sin control, os recomiendo:
Sweet Chesnut ( Castaño dulce).
Muy indicada para toda situación "que nos viene grande", que nos desborda...Podria estar indicada para las noches en que mamá ya no puede más, agotada por no poder descansar mas horas seguidas; cuando la angustia o depresión nos invade, cuando entramos en "crisis de llanto", duelos que nos provocan profundo dolor... etc....
La ingesta indicada seria o bien: 2 gotas del preparado en Stock bajo la lengua en el momento crítico, o bien 4 gotas en un vaso de agua y bebido lentamente a sorbos.
También por supuesto, recomiendo tomarla como tratamiento en dilución de 4 gotas en 30ml de agua a dosis de 4 tomas, 4 veces al dia.
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