Cosméticos: mucho más que cremas para la belleza...
La palabra cosmético, proviene del término en griego "Kosmos", y significa: ordenar, armonizar.
Esto es lo que leí en algun libro sobre cósmetica holística, que fué gran fuente de inspiración para mí.
Hoy motivada por completar en un texto que escribo para un taller sobre ello, me encuentro por la red con esta definición en https://es.wikipedia.org/wiki/Cosmos :
En su sentido más general un cosmo es un sistema ordenado o armonioso.
Se origina del término griego κόσμος (kósmos), que significa orden u ornamentos, y es la antítesis del caos.
Hoy la palabra se suele utilizar como sinónimo de universo (considerando el orden que éste posee).
Las palabras cosméticos y cosmetología tienen el mismo origen. Se origina del término griego κόσμος (kósmos), que significa orden u ornamentos, y es la antítesis del caos.
Hoy la palabra se suele utilizar como sinónimo de universo (considerando el orden que éste posee).
El estudio del cosmos (desde cualquier punto de vista) se llama cosmología.
Cuando esta palabra se usa como término absoluto, significa todo lo que existe, incluyendo lo que se ha descubierto y lo que no.
No es casual evidentemente que el concepto me resulte tan familiar y sobretodo acertado, después de tantos años de investigación personal sobre el origen de los desequilibrios en la piel y en el cuerpo.
Cuando esta palabra se usa como término absoluto, significa todo lo que existe, incluyendo lo que se ha descubierto y lo que no.
Mi mente analítica, mi curiosidad incansable y la evidencia ante la observación en tantas ocasiones de la "causa y efecto" vinculada a los mal llamados "desequilibrios estéticos", no hace más que corroborar empíricamente una y otra vez lo que tantos otros -profesionales o no, pero sabios sin duda-, escribieron o descubrieron antes.
El concepto no es nuevo. Pero en la tendencia moderna de "especializarnos" hemos ido segmentando todo. Sobretodo hemos roto precisamente con la visión que observa al conjunto, y que a menudo nos da mucha mas información que si ponemos la mirada solamente hacia una parte.
Durante mi formación como profesional en imagen personal, ya intuí mucho de todo esto. Mi mente abierta y de tendencia intuitiva tenia dificultades para captar la información tan parcialmente distribuida y que explicada de forma variada reunía finalmente el mismo conocimiento. Ya en mi etapa de estudiante vislumbre un futuro que no encajaba demasiado en las expectativas de mi preparación: me aburría terriblemente pensar en "protocolos", me preocupaba muchísimo no memorizar las pautas para cada caso establecido, o el ritual a seguir para cada tratamiento de belleza. Las marcas en boga del momento en los institutos de belleza se concretaban en "líneas" tipificadas en etapas de la edad de la mujer que era, por aquel momento el perfil habitual de público.
Fué un poco mas tarde, cuando dí con una visión mucho mas completa y abierta de los tratamientos corporales para el bienestar. Desde diferentes disciplinas terapéuticas y en escuelas de estudios "naturistas" o de tendencia naturopatica, encontré respuestas a mi curiosidad.
Es una lástima que hoy unos veinte años después - mas o menos-, aun no se reconozcan esta escuelas como estudios oficiales, o por lo menos que no se les de un valor equivalente.
Para mí fue fácil ver en los desequilibrios de la piel a un ser o individuo que sufre, que esta bloqueado o que manifiesta infelizmente su existencia humana. Y es un placer cada vez que "rebusco" en lecturas y autores de todos los tiempos confirmar que no invento nada, y que desde Paracelso, Hipòcrates y pasando por muchos otros... una y otra vez la idea se encuentra presente a lo largo de la historia.
En el Ayurveda se encuentra una fuente de inspiración rica y a la vez compleja para ilustrar esto que escribo. Y desde la Medicina china ancestral hasta las pautas modernas de terapia oriental ocurre lo mismo.
No acabo de entender muy bien, como hoy en pleno s. XXI aquí en Europa todavía andamos discutiendo sobre bases exclusivamente científicas la evidencia que durante siglos tantas culturas han practicado.
Concebir que, una persona y cualquiera de sus partes tanto si hablamos del cuerpo físico: extremidades superiores, inferiores, ojos, órganos internos, etc... como si hablamos de su mente-emoción está separada entre sí, me parece casi tan estúpido como creer que somos independientes del macro sistema que nos sostiene: la familia, la sociedad, el hecho de pertenecer a una especie. Así como del medio universal que contiene todo este sistema creado supuesta mente por la evolución de la humanidad, que seria no solo el planeta sobre el que caminamos sino también el sistema solar al que pertenecemos y toda la influencia de astros, satélites y su conjunto.
Quizás decir que, un solo cosmético contiene todo un universo en 50ml es exagerar, pero si abrimos la mente, e integramos tan solo un poco de la idea de que la materia vegetal que lo compone nace y crece influenciada por un clima determinado, en una época del año concreta, en una zona geográfica y ademas podemos elaborarlo "in situ" en el momento de la consulta y ante el mismo cliente que nos demanda opinión profesional conseguiremos actuar de forma ciertamente holística, y aunque mi practica y experiencia profesional no es demasiado extensa, me atrevo a confirmar que es suficiente para conseguir un resultado eficaz y sobretodo útil.
Actualmente, mi periodo y estado de "parada" profesional gracias a mi condición de mujer en etapa de maternizaje me ha ofrecido precisamente tiempo de reflexión, de separación de tantos conceptos intelectuales aprendidos, de las exigencias y el estrés marcado por el calendario laboral...ofreciéndome tiempo para estar en un parque con mi pequeña, compartir encuentros con otras madres en formato tribal moderno donde las preocupaciones y miedos se viven a flor de piel mientras el cuerpo cambia y se adapta amamantando después de haber parido y gestado. Aceptando los cambios físicos así como los de pensamiento y por supuesto integrando - o no-, tanta emoción y vivencia intensa que es la maternidad en sí.
Entre mujeres entregadas y presentes a su vivencia maternal que olvidan su físico desde el punto de vista estético me he reencontrado de nuevo con mi intuición mas genuina: la de no querer cambiar mi aspecto.
Mas que eso, lo que quiero es celebrar y mimar mi piel cuando uso un cosmético, alimentar el órgano que contiene toda mi vivencia presente para tomar contacto y plena consciencia de quien soy.
Recibir un masaje con un aceite vegetal perfumado con aromas puros de aceites esenciales puede ser no solo un tratamiento reparador para la mujer que alberga a su cría en brazos, sino todo un tratamiento completo y holístico que compense además del cansancio y la falta de sueño los miedos, las dudas, los malsanos vínculos familiares que lejos de apoyar a la nueva madre hacen aflorar sus carencias... y muchos mas.
Pero para que esto ocurra hay que poder poner una mirada completa a esa situación, igual que debiéramos hacerlo en todas y cada una de las veces que decidimos usar una crema, una loción o un ungüento. O cada una de las ocasiones que podemos disfrutar del regalo de recibir un masaje, o una sesión para la belleza, donde si nos entregamos al momento con plena consciencia ni una sola mujer en el mundo - estoy segura- pierde la ocasión de vibrar en resonancia con el mismo Universo que la alberga.
Hoy no voy a dar, ninguna receta al final de mi entrada. Ningún truco para la belleza ni interior ni externa.
Solo quiero recordarte mujer, un secreto que tu ya sabes: sé tu misma, conecta con tu esencia mas pura y genuina, y la belleza que ya eres germinará, brotara, florecerá y dará tus frutos.
También marchitarà un día y desaparecerá claro! cerrando un ciclo completo y eterno en ti.
El concepto no es nuevo. Pero en la tendencia moderna de "especializarnos" hemos ido segmentando todo. Sobretodo hemos roto precisamente con la visión que observa al conjunto, y que a menudo nos da mucha mas información que si ponemos la mirada solamente hacia una parte.
Durante mi formación como profesional en imagen personal, ya intuí mucho de todo esto. Mi mente abierta y de tendencia intuitiva tenia dificultades para captar la información tan parcialmente distribuida y que explicada de forma variada reunía finalmente el mismo conocimiento. Ya en mi etapa de estudiante vislumbre un futuro que no encajaba demasiado en las expectativas de mi preparación: me aburría terriblemente pensar en "protocolos", me preocupaba muchísimo no memorizar las pautas para cada caso establecido, o el ritual a seguir para cada tratamiento de belleza. Las marcas en boga del momento en los institutos de belleza se concretaban en "líneas" tipificadas en etapas de la edad de la mujer que era, por aquel momento el perfil habitual de público.
Fué un poco mas tarde, cuando dí con una visión mucho mas completa y abierta de los tratamientos corporales para el bienestar. Desde diferentes disciplinas terapéuticas y en escuelas de estudios "naturistas" o de tendencia naturopatica, encontré respuestas a mi curiosidad.
Es una lástima que hoy unos veinte años después - mas o menos-, aun no se reconozcan esta escuelas como estudios oficiales, o por lo menos que no se les de un valor equivalente.
Para mí fue fácil ver en los desequilibrios de la piel a un ser o individuo que sufre, que esta bloqueado o que manifiesta infelizmente su existencia humana. Y es un placer cada vez que "rebusco" en lecturas y autores de todos los tiempos confirmar que no invento nada, y que desde Paracelso, Hipòcrates y pasando por muchos otros... una y otra vez la idea se encuentra presente a lo largo de la historia.
En el Ayurveda se encuentra una fuente de inspiración rica y a la vez compleja para ilustrar esto que escribo. Y desde la Medicina china ancestral hasta las pautas modernas de terapia oriental ocurre lo mismo.
No acabo de entender muy bien, como hoy en pleno s. XXI aquí en Europa todavía andamos discutiendo sobre bases exclusivamente científicas la evidencia que durante siglos tantas culturas han practicado.
Concebir que, una persona y cualquiera de sus partes tanto si hablamos del cuerpo físico: extremidades superiores, inferiores, ojos, órganos internos, etc... como si hablamos de su mente-emoción está separada entre sí, me parece casi tan estúpido como creer que somos independientes del macro sistema que nos sostiene: la familia, la sociedad, el hecho de pertenecer a una especie. Así como del medio universal que contiene todo este sistema creado supuesta mente por la evolución de la humanidad, que seria no solo el planeta sobre el que caminamos sino también el sistema solar al que pertenecemos y toda la influencia de astros, satélites y su conjunto.
Quizás decir que, un solo cosmético contiene todo un universo en 50ml es exagerar, pero si abrimos la mente, e integramos tan solo un poco de la idea de que la materia vegetal que lo compone nace y crece influenciada por un clima determinado, en una época del año concreta, en una zona geográfica y ademas podemos elaborarlo "in situ" en el momento de la consulta y ante el mismo cliente que nos demanda opinión profesional conseguiremos actuar de forma ciertamente holística, y aunque mi practica y experiencia profesional no es demasiado extensa, me atrevo a confirmar que es suficiente para conseguir un resultado eficaz y sobretodo útil.
Actualmente, mi periodo y estado de "parada" profesional gracias a mi condición de mujer en etapa de maternizaje me ha ofrecido precisamente tiempo de reflexión, de separación de tantos conceptos intelectuales aprendidos, de las exigencias y el estrés marcado por el calendario laboral...ofreciéndome tiempo para estar en un parque con mi pequeña, compartir encuentros con otras madres en formato tribal moderno donde las preocupaciones y miedos se viven a flor de piel mientras el cuerpo cambia y se adapta amamantando después de haber parido y gestado. Aceptando los cambios físicos así como los de pensamiento y por supuesto integrando - o no-, tanta emoción y vivencia intensa que es la maternidad en sí.
Entre mujeres entregadas y presentes a su vivencia maternal que olvidan su físico desde el punto de vista estético me he reencontrado de nuevo con mi intuición mas genuina: la de no querer cambiar mi aspecto.
Mas que eso, lo que quiero es celebrar y mimar mi piel cuando uso un cosmético, alimentar el órgano que contiene toda mi vivencia presente para tomar contacto y plena consciencia de quien soy.
Recibir un masaje con un aceite vegetal perfumado con aromas puros de aceites esenciales puede ser no solo un tratamiento reparador para la mujer que alberga a su cría en brazos, sino todo un tratamiento completo y holístico que compense además del cansancio y la falta de sueño los miedos, las dudas, los malsanos vínculos familiares que lejos de apoyar a la nueva madre hacen aflorar sus carencias... y muchos mas.
Pero para que esto ocurra hay que poder poner una mirada completa a esa situación, igual que debiéramos hacerlo en todas y cada una de las veces que decidimos usar una crema, una loción o un ungüento. O cada una de las ocasiones que podemos disfrutar del regalo de recibir un masaje, o una sesión para la belleza, donde si nos entregamos al momento con plena consciencia ni una sola mujer en el mundo - estoy segura- pierde la ocasión de vibrar en resonancia con el mismo Universo que la alberga.
Hoy no voy a dar, ninguna receta al final de mi entrada. Ningún truco para la belleza ni interior ni externa.
Solo quiero recordarte mujer, un secreto que tu ya sabes: sé tu misma, conecta con tu esencia mas pura y genuina, y la belleza que ya eres germinará, brotara, florecerá y dará tus frutos.
También marchitarà un día y desaparecerá claro! cerrando un ciclo completo y eterno en ti.
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