Castañas, moniatos y catarros...

En pleno otoño, con la llegada de los moniatos al horno y las castañas asadas llegan los primeros frios, dias de lluvia incesante, bajada de las temperaturas, y por supuesto los primeros resfriados.

Recién pasadas la fiestas de mi ciudad, Gerona, me encuentro con mi pequeña bien acatarrada.
Eva solo tiene cinco meses y medio, así que, la gestión de sus mocos tiene mas que ver conmigo que con ella.  Sé que, si la abrazo amorosamente se siente abrigada, segura, por eso sus ojitos vidriosos por las décimas de fiebre me buscan por la habitación en cuanto nos separamos.
Su cuerpecito tembloroso tras cada ataque de tos busca mi contacto, mi olor y presencia. Y eso hago.
Le doy mi cuerpo, mi aliento y mi alma, pasando a su lado en mi cama nuestro particular proceso, aunque parezca un simple catarro, para alguien que solo hace cinco meses y medio que llegó al mundo, es mucho mas que eso.

Es la primera vez que contacta con ese dolor en el pecho, es la primera vez que los mocos no le dejan respirar - y todos sabemos que, respirar no es poco!-.
Es la primera vez que le sube tanto la temperatura, que siente diferente su cuerpo y hasta el aire que le roza le parece nuevo...

No se me ocurre mejor forma de acompañarla que, estando ahí presente. Disponible y dispuesta.
El acto de ser madre no se acaba cuando les damos la vida, o cuando les traemos a ella, para nada!!
Ser madre me emociona cada día, por ser el regalo mas grande que he recibido en la vida, y es en estos pequeños momentos de crisis cuando me hago aun más consciente del poder que me da serlo.

Sin querer ofender a nadie. Sin juzgar otras medicinas de cualquier tipo, y otras formas de sanación en el mundo, a mi se me ocurre que, a nuestras crías, a mi bebé, lo que más le cura es sentirse amada, abrazada, acompañada y mirada...
Por supuesto que uso, para mis hijos las recomendaciones pediátricas - si las considero coherentes y necesarias-, pero creo que muchas dolencias menores podemos resolverlas en el calor del hogar, conectando con nuestra intuición de madres que por instinto, todas, absolutamente todas, lo que queremos es proteger a nuestros hijos, y si confiamos en ese instinto ancestral, no hay duda de que nuestros pequeños se sentirán rápidamente reconfortados y aprenderán así, naturalmente, a superar sus pequeñas batallas de vida.
Y un simple catarro es eso, una batalla fisiológica para reforzar las defensas naturales en el organismo, y como aprendizaje es una experiencia que participa a forjar una sana autoestima:

- cuando tengo miedo, merezco sentirme protegida/o.
- cuando tengo frío, tengo derecho a al abrigo de un abrazo.
- cuando tengo fiebre, necesito el espacio para sacar ese fuego abrasador de mis entrañas.

Igual que en este tiempo apetece quedarse en casa, al calor del hogar comiendo unos dulces moniatos y unas castañas asadas reconstituyendo el calor del cuerpo tras el frío de la calle, así, se cura el enfriamiento en el cuerpo de nuestro bebé: con hogar, calor y dulzor.


Como en casa usamos la aromaterapia como puntal central para la preservar la salud y prevenir dolencias, busco en mi botiquín algo que ya preparé hace unos días "por si acaso" nos hacia falta...
Lo comparto, en esta entrada, por si te gusta usar los aceites y hierbas para tus tratamientos en casa.

UNGÜENTO MUCO LÍTICO Y EXPECTORANTE
    - Facilita la fluidificación del moco y su expulsión, por lo que la primera parte del proceso sera estornudar y sacar muchas mucosidades por nariz, boca y/o por la caca; también puede provocar más pipí por su acción circulatoria y drenadora. -

En el momento de la elaboración es muy importante respetar las medidas sobretodo en el uso de los aceites esenciales, porque son muy tóxicos en alta dosis, y en el caso de un bebé son además aromática mente muy fuertes, así que, usaremos la máxima:  "menos es mas", y ante la duda, siempre usaremos la dosis a la baja.

Dosificación para un bebé entre 0 y 1 año. ( mejor usar a partir de 3 meses ).
Poner en el cuello, pecho y espalda del bebé con un ligero masaje, y si se conocen los puntos de drenaje ayuda mucho trabajarlos para facilitar la re absorción interna del moco.
Usarlo unas 3/4 aplicaciones durante el día, y en la crisis también por la noche.

El baño, es mejor evitarlo en el proceso del catarro, a menos que, haya subido mucho la fiebre. En ese caso es muy útil un baño templado en el que habremos añadido 1 sola gota de aceite esencial de lavanda biológica preferentemente.  También se puede poner la lavanda en un recipiente con agua templada y empapar un paño de hilo o compresa para ponerla sobre las zonas mas calientes, a la vez que desabrigamos un poco al bebé para facilitarle que no siga subiendo la temperatura por calor añadida.
Y desabrigarla/o del todo, y hacer lo mismo nosotras para acostarnos junto a el/la y acompañar la liberación del calor lentamente, es un acto muy efectivo si la fiebre alta permanece.

Ingredientes:
- Cera virgen de abeja ( 2-3 cucharadas soperas de cera rallada al momento).
- Aceite de Hipérico o de Calèndula preferentemente, también podria ser de Almendras.
- Aceites esenciales de: arbol del té y lavanda biológica. ( 3 gotas de cada ).
- Tintura de própolis ( 5ml.)  - opcional-.

Elaboración:
Se ralla la cera hasta conseguir la cantidad de 2-3 cucharadas soperas, se pone a calentar en un vasito o recipiente al baño maria. ( Yo uso el tarro de barro típico para hacer cuajadas o yogures ), mejor lo moveremos con una espátula de madera o de cristal - en aromaterapia evitamos el metal -.
En un tarro de cristal de unos 50ml. ponemos entre 30-40ml. del aceite para la base elegido, lo calentamos un poco, sin que llegue a coger mas temperatura de 20º y añadimos los aceites esenciales.
Finalmente añadimos la cera líquida (cuidado, que quema muchísimo), y mezclamos rápidamente y sin parar hasta ver fusionadas las dos texturas.
Dejamos enfriar a temperatura ambiente.

* si usamos la tintura la añadiremos al momento de la mezcla final, para evitar la evaporación por calor.
* los aceites esenciales se volatilizan fácilmente con el calor, pero sus propiedades fito terapéuticas se mantienen casi completas hasta los 20-22º, por ello, evitaremos llegar a esta temperatura.
* es necesario que, el aceite base con los aceites esenciales estén mínima mente templados para que al añadir la cera se mezcle bien, y no se solidifique aparte.

* Los mismos aceites esenciales de la fórmula, a la vez, actúan de conservantes del producto final. Este ungüento lo podéis preparar a principio de otoño, y se conservará perfectamente toda la temporada ( incluso mas...).
_________________________________________________________________________________

Estas recomendaciones que comparto, son recursos que practico y que he comprobado con mis hijos, pero para nada son recomendaciones médicas pues no lo soy.
El criterio personal y la responsabilidad de esta práctica es de cada madre/padre, y por su puesto si creéis necesario consultar a vuestro pediatra de confianza.






Comentarios

Entradas populares de este blog

Honrar a los ancestros

Fórmula para el bálsamo mucolítico y expectorante

Introducción. En nombre de Maia