La aromaterapia está de moda.

Como tantas otras terapias actualmente la aromaterapia se ha convertido en reclamo para la venta de perfumes, geles de baño y tratamientos para la belleza tanto en centros Spa como en otros puntos de venta de productos. Pero la terapia con aceites esenciales es mucho más que eso…lo sé, por que lo he experimentado durante muchos años trabajando como esteticista y masajista, y lo afirmo como alguien que usa los aceites esenciales en casa para su familia y hogar.

Desde este texto os propongo verla más como una forma de vida que como una simple práctica de culto al cuerpo por estética o por moda. Os propongo oler un poco más allá de la elección de un perfume seductor y embriagador pero efímero. Os propongo que conectéis con vuestra más genuina intuición y despertéis de nuevo el sentido del olfato. Que volváis la mirada hacia vuestras verdaderas necesidades y deseos. Poned la atención en el placer de sentir, y de sentiros. Disfrutad de los cinco sentidos y no únicamente desde esa sesión para la belleza, sino también desde casa.

Os propongo que disfrutéis de un baño con aroma a lavanda después de una larga jornada. Que decoréis la casa con aromas herbales de romero y hierbabuena…con quemadores de esencias o con hogareñas macetas engalanando los balcones y ventanas.

Os propongo dejaros llevar por las mil y una sensaciones que se despiertan al recibir un masaje cualquier tarde de lluvia de la mano de vuestra pareja -o amante- con las esencias que más os apetezcan, quizás con una mezcla sensual y romántica de rosa, jazmín y mirra…

Os propongo ver la gracia y la grandeza en la sonrisa de vuestros hijos al recibir esa caricia aromatizada con una chispeante esencia de mandarina.

Os propongo el hábito de usar esencias naturales en la cosmética  para el cuidado de la piel y la de vuestra familia.

Y os propongo que estas prácticas sean con fórmulas libres de substancias tóxicas.
Os recomiendo que dejéis de usar perfumes sintéticos para descubrir el sutil placer de vibrar con la mezcla de esencias que más os apetezca en cada época del año, elegida para cada situación de vuestra vida, para cada momento especial...pero, su uso es mucho más que eso:

   LA AROMATERAPIA SE HACE MÁS ÚTIL Y EFECTIVA EN LA PRÁCTICA DE LA PREVENCIÓN, activando las defensas inmunológicas en el organismo y re-conectando las fuerzas curativas y de sanación en la persona.

Podemos recuperar el instinto innato en nuestra humanidad de usar el sentido del olfato para procurarnos bienestar.  Al re-conectarnos con el placer de respirar a pleno pulmón, y recibir el grato aroma de una esencia ya sea durante una sesión de tratamiento en un Spa como en un baño aromático que nos preparamos al terminar la jornada nos procuramos un espacio para recibir los beneficios de los aceites esenciales a través de la respiración y por los poros de la piel.  Esta o cualquiera de sus infinitas formas de uso, es una agradable forma de permitirnos que nuestra mente fluya en la inmensidad de la vida por puro placer.

Esta es una de esas terapias que se transforman en hábito y filosofía de vida, ciertamente.  Y que para nada es nueva!! Hace ya miles de años que, alguien al respirar el aroma de una flor descubrió en silencio el gran misterio de la aromaterapia: En la naturaleza encontramos los medios para cultivar una verdadera salud, alimento y medicamento para el cuerpo y el alma.  Y el sentido del olfato, es un medio al alcance de cualquier persona para disfrutar de los beneficios de las moléculas de aroma que se desprenden de flores, hierbas, maderas, resinas y frutos. Ahora que, cambiamos de estación, que las rutinas del otoño nos traen el orden y el tiempo organizado en la agenda, ahora que las madres disfrutamos de un espacio de tiempo sin los pequeños retoños que vuelven a la escuela, es un buen momento para disfrutar de un masaje aromático de manos expertas. No se me ocurre mejor homenaje a una ciencia llena de magia que descubrí un día hace ya más de veinte años y que aun hoy me descubre en cada encuentro un mundo nuevo lleno de curiosidad y descubrimiento. Hoy que nostálgicamente recuerdo la creación de aquel centro de belleza que inauguré un 30 de septiembre de hace ya nueve años y me doy cuenta que tan solo fue el inicio de una formación personal que me llevó a ser formadora para compartir con alumno/as tantas fórmulas, tantos recursos y tratamientos, no puedo más que agradecer a la vida este conocimiento, que más que una profesión es para mí, un estilo de vida aun en evolución y crecimiento.