Lo primero es hacer limpieza

Cada vez que sigo el instinto de ponerme a hacer limpieza y a ordenar en casa, no puedo de dejar de observar mis pensamientos que se van ordenando a la vez que quito el polvo o tiro por fin esas viejas revistas amontonadas sobre la mesa.
Y estoy segura que es algo que nos ocurre a menudo: la acción de limpiar físicamente un espacio suele ir acompañado de una limpieza mas profunda y anímica, sobretodo si le ponemos consciencia, Al menos yo así lo experimento.

En la mayoría de ocasiones - aún teniendo presente esta relación-, paso por alto el ejercicio, y es una lástima desaprovechar cada oportunidad de hacerlo, pero la falta de voluntad que es uno de mis mayores defectos, a menudo me lleva a la inercia de" hacer" sin poner suficiente atención a lo que hago.
Otras veces ocurre lo contrario:  pongo demasiada atención a los pensamientos enredando en mi mente, en lugar de distanciarme lo suficiente como para "sentir" en lugar de pensar lo que estoy haciendo.

Pero ayer fue uno de esos días en los que la necesidad de ordenar y el deseo de ver belleza a mi alrededor se convirtió en una auténtica "meditación activa".  Lo primero que hice a modo de ritual - como siempre para esta acción-, fue elegir unos aceites esenciales que puse en el quemador de vela: árbol del te y lavanda. Al dejarme llevar por la acción y sentir con disfrute lo que me ocupaba, por fin le di descanso a mi mente para entregarme a la labor. Al finalizar la mañana respiré de placer al mirar a mi alrededor, y tomando consciencia de esa sensación me dí cuenta de mi propio proceso interior:  siento la necesidad de poner orden en mi mundo interior. Inmediatamente después a mi reflexión llegaron preguntas - relacionadas sin duda con aquello que necesitaba ordenar-, y dejé simplemente que llegaran...sin pretender buscarles respuestas.
Mi personalidad deseosa del reconocimiento y de valoración externa no deja nunca de engancharse a la idea de un futuro proyecto laboral diseñando alguna propuesta de taller o curso, o buscando información para seguir formándome en mi faceta como docente, e incluso buscando la manera de hacer trueque con algún profesional terapeuta para seguir adquiriendo conocimiento práctico sobre ésta o aquella técnica aún nueva para mi...¿como encontraría tiempo para preparar y ofrecer algún taller práctico?...¿quién seria el mejor canguro para mis niños si busco trabajo?...¿como organizarme con el desorden que hay a mi alrededor? ¿Cómo puedo repartir el tiempo entre las demandas de mis hijos, las obligaciones de la casa y mi propio cansancio?....

La verdad, es que dejar pasar las preguntas sin prestar mucha atención  no fue difícil, con un bebé que te espera después de su siesta matinal de dos horas y que desea con toda su fuerza volver a los brazos de mamá.  Así que, me entregué a mi niña y su seductora mirada de bebé mientras esas preguntas flotaban a mi alrededor.

Hoy, llegaron las respuestas, bueno mejor diré la única respuesta:   Estoy donde quiero estar.
El objeto de mi caminar hoy me lleva a casa, a mi hogar.  El lugar desde donde crecen todas mis creaciones: mis hijos, mis ideas...todo conforma mi mundo.  No puedo evitar que mi personalidad se manifieste y que mi creatividad fluya en mi mente diseñando proyectos por que así soy yo. Soy inquieta y curiosa. Y me gusta aprender y experimentar con aquello que mueve mi curiosidad.
Y estar en casa, ejerciendo de mamá veinticuatro horas seguidas al día, hacer de ama de casa, limpiar el polvo, cocinar, ir al mercado y todo lo que conlleva esta elección no profesionalizada no siempre recibe el reconocimiento externo que merece - mas bien casi nunca-, pero es un lugar especial. Lleno de cosas nuevas por descubrir, de miradas, de encuentros, desencuentros y retos por superar.
Un lugar desde donde tantas mujeres nos re-conocemos por primera vez. Donde el miedo y la soledad mas profunda fortalece el espíritu con más fuerza que ningún curso de crecimiento personal, ni formación de los que yo he conocido han logrado ofrecerme. Un lugar dónde la alegría y ternura de vivir en primera persona cada pequeño acontecimiento familiar se convierte en una fiesta.
Y sobretodo, es el lugar donde crece no solo un proyecto personal, sino aquello que mi pareja yo un día empezamos a soñar despiertos:  nuestro amor expandido mas allá de nosotros mismos.
Gracias compañero, por los dos hijos que me has dado y que guían y orientan mi camino.
Gracias por querer crear conmigo un hogar, por materializar tu sueño y mi deseo.



Para acompañar el proceso de toma de consciencia y poner orden mental recomiendo de flores de Bach:  White chesnut y Crap apple.
Se pueden tomar puntualmente con aptitud de tomar consciencia del momento y/o tomar un tratamiento continuado durante un par de semanas e incluso un mes para integrar el trabajo.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Honrar a los ancestros

Fórmula para el bálsamo mucolítico y expectorante

Introducción. En nombre de Maia